Washington, 16 jul (Prensa Latina) Los anticonceptivos hormonales pueden influir en la salud mental, tanto de forma positiva o negativa, de hasta un 10 por ciento de las mujeres que los consumen, puntualiza una publicación difundida hoy en The Conversation.
De acuerdo con el estudio, estos medicamentos influyen en algo más que los ovarios y el útero y al cambiar los niveles de estrógeno y progesterona, pueden modular el estado de ánimo, para bien o para mal.
«El estrógeno y la progesterona también regulan la respuesta al estrés: la reacción de «lucha o huida» del cuerpo ante desafíos físicos o psicológicos», señaló Natalie Tronson, autora de la indagación.
La investigación indica que la principal hormona implicada en la respuesta al estrés (el cortisol en humanos y la corticosterona en roedores, abreviadas como CORT) es metabólica, lo que significa que el aumento de los niveles sanguíneos de dichos productos granulares durante condiciones estresantes provoca una mayor movilización de energía de las reservas de grasa.
«Entonces, cuando se exponen a un factor estresante leve, las mujeres que usan anticonceptivos hormonales muestran un aumento menor en CORT que las personas que no los utilizan», explica el texto.
Los investigadores observaron el mismo efecto en ratas y ratones: cuando se trataron diariamente con una combinación de hormonas que imitan la píldora, las ratas y ratones hembra también mostraron una supresión de la respuesta al estrés.
Por otro lado, aclara Tronson, es importante señalar que ni el aumento ni la disminución de las respuestas al estrés están directamente relacionados con el riesgo o la resiliencia contra la depresión, sin embargo, esa condición mental está estrechamente relacionada con el estado de ánimo y el estrés crónico aumenta sustancialmente el riesgo de depresión.
«Al modificar las respuestas al estrés, los anticonceptivos hormonales cambian el riesgo de depresión después del estrés, lo que genera «protección» contra la depresión para muchas personas y «mayor riesgo» para una minoría de personas», puntualiza el estudio.
Por otro lado, advierte la pesquisa que aún no ha sido posible identificar qué mujeres experimentará un mayor riesgo con estas hormonas anticonceptivas, pues en ello influyen factores genéticos.
«La exposición previa al estrés aumentan el riesgo de depresión, y factores similares contribuyen a los cambios de humor relacionados con la anticoncepción hormonal», concluye el texto.
En este sentido, el estudio demostró que nueve de cada 10 personas que usan anticonceptivos hormonales no experimentarán disminución del estado de ánimo ni síntomas de depresión, y muchas notarán una mejora.